El presidente argentino manifestó que “el tiempo de los
codiciosos ha llegado a su fin" y que es necesario actuar en conjunto
porque de esta crisis "nadie se salva solo".
La cumbre virtual del G20 abrió con la intervención del
presidente Alberto Fernández, quien convocó a crear un Fondo de Emergencia
Humanitaria para combatir la pandemia del coronavirus, ya que “de esta pandemia
nadie se salva solo”. Desde la quinta de Olivos, Fernández convocó a los
líderes de las veinte principales economías del mundo a suscribir “un gran
Pacto de Solidaridad Global” y crear un Fondo Mundial de Emergencia
Humanitaria.
La reunión extraordinaria por videoconferencia, convocada
por Arabia Saudita, con sus pares que integran el G20, tiene como objetivo
central analizar los efectos del coronavirus Covid-19 a nivel global y debatir
estrategias coordinadas para hacer frente a la pandemia.
“La urgencia que marcan las muertes, nos obliga a crear un
Fondo Mundial de Emergencia Humanitaria que sirva para enfrentar, mejor
equipados de insumos, el contexto que vivimos”, argumentó Alberto Fernández.
Además puso sobre la mesa la posición del gobierno argentino ante “el dilema de
preservar la economía o la salud de nuestra gente. Nosotros no dudamos en
proteger integralmente la vida de los nuestros”. Así sin mencionar, evidenció
las diferentes respuestas ante la crisis que han tomado países como Brasil o
Estados Unidos, cuyos presidentes forman parte de la reunión.
Durante su intervención, el presidente manifestó que “el
tiempo de los codiciosos ha llegado a su fin y, como enseña el papa Francisco,
tenemos que abrir nuestros ojos y nuestros corazones para actuar con una nueva
sensibilidad”.
Los líderes de las veinte economías más grandes del mundo
buscan respuestas coordinadas a nivel global para hacer frente a la pandemia y,
a su vez, analizar sus implicancias a nivel social y económico. Participan de
este encuentro Donald Trump (quien cerrará la ronda de intervenciones),Vladimir
Putin, Boris Johnson (Reino Unido), Angela Merkel, Moon Jae-in (Corea del Sur),
Emmanuel Macron, Giuseppe Conte (Italia), Recep Tayyp Erdogan (Turquía), Andrés
López Obrador entre otros.
El presidente Fernández hizo alusión a la creación del G20,
que surgió como respuesta global a la crisis de 2008, y que luego amplió su
agenda a otros temas, y enfatizó la necesidad de responder también en esta
ocasión de manera conjunta a la crisis sanitaria, social y económica que sacude
a todos los países del planeta.
Acompañaron al mandatario el jefe de Gabinete, Santiago
Cafiero; los ministros de Relaciones Exteriores, Felipe Solá; Economía, Martín
Guzmán; y los secretarios Julio Vitobello y Gustavo Béliz.
La intervención completa del presidente Alberto Fernández
puede leerse a continuación
Nos convocamos en un momento único de la historia que nos
impone actuar con valentía. No debemos paralizarnos ni temer. Mucho menos
podemos resignarnos. Tenemos que dar una respuesta creativa en este presente
que nos ha tocado en suerte.
No hay lugar para demagogias ni improvisaciones. Enfrentamos
el falso dilema de preservar la economía o la salud de nuestra gente. Nosotros
entendemos la economía pero no dudamos en proteger integralmente la vida de los
nuestros. Con esa convicción, hemos tomado decisiones en Argentina a partir de
la mejor evidencia científica disponible. Así lo seguiremos haciendo.
Quisiera que todos compartan nuestra visión. Estoy
convencido que no seremos eficaces si no aceptamos que el mundo ha cambiado
para siempre. Poder sortear esta crisis y enfrentarnos a ese mundo que nace,
nos exige diseñar y suscribir un gran Pacto de Solidaridad Global.
Nada será igual a partir de esta tragedia. Tenemos que
actuar juntos, ya mismo, porque ha quedado visto que nadie se salva solo. La
urgencia que marcan las muertes, nos obliga a crear un Fondo Mundial de
Emergencia Humanitaria que sirva para enfrentar, mejor equipados de insumos, el
contexto que vivimos. La investigación sobre el Covid 19, el conocimiento
científico y médico, también debe ser un bien público global.
El tiempo de los codiciosos ha llegado a su fin y, como
enseña el papa Francisco, tenemos que abrir nuestros ojos y nuestros corazones
para actuar con una nueva sensibilidad.
Estas decisiones no pueden quedar libradas a la lógica del
mercado, ni preservadas a la riqueza de individuos o naciones. Es hora de
aprovechar este momento único para crear soluciones económicas tan
extraordinarias como extraordinarios son los problemas sociales que
atravesamos.
Celebro que el FMI y el Banco Mundial adviertan el ocaso del
presente. Celebro que reconozcan lo insostenible de las deudas que soportamos
los países más postergados. Debemos desafiar este presente con el mismo coraje
que tuvo este G-20, cuando asumió el daño causado por los paraísos fiscales,
por el endeudamiento voraz y por la concentración de la riqueza.
El secreto del futuro pasa por diseñar políticas que
resguarden el empleo, la producción y las mejores condiciones de vida usando
todas las herramientas económicas para proveer liquidez global.
Como nunca antes, nuestra condición humana nos demanda
solidaridad. No podemos quedar pasivos frente a sanciones que suponen bloqueos
económicos que solo asfixian a los pueblos en medio de esta crisis humanitaria.
Sin mesianismos ni prepotencias debemos iniciar un tiempo de
diálogo global que a todos contenga. De ese modo, la humanidad superará esta
pandemia. Pero lo que además logrará es acabar con el vicio de la exclusión
social, la depredación ambiental y la codicia de la especulación.
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