Desde el 22 de febrero de 1904, Argentina mantiene presencia
de manera ininterrumpida al sur del paralelo 60, frontera antártica, cuando
tomó posesión del entonces destacamento naval de Orcadas e instaló allí una
estación meteorológica.
Más de mil investigadores, científicos y militares trabajan
cada verano para aprovisionar y operar las 13 bases que Argentina sostiene en
la Antártida, donde desde la fundación del observatorio de Islas Orcadas en
1904 es el país con más antigua presencia permanente en ese continente.
El registro histórico del cambio climático en el planeta, el
descubrimiento de bacterias que abren la puerta a nuevos medicamentos o los
microorganismos que sustentan la riqueza ictícola del Atlántico Sur, son parte
de las investigaciones que científicos argentinos desarrollan en algunas de las
6 bases permanentes y 7 temporales que el país sostiene en la Antártida hace
116 años.
Argentina mantiene presencia de manera ininterrumpida al sur
del paralelo 60, frontera antártica, desde el 22 de febrero de 1904 cuando tomó
posesión del entonces destacamento naval de Orcadas e instaló allí una estación
meteorológica.
Protegido por el Tratado Antártico de 1959, ningún país
puede explotar sus recursos naturales u ocupar el continente polar con fuerzas
armadas, hasta que se resuelva en ese foro internacional la cuestión de los
derechos soberanos de naciones como la Argentina y los reclamos de otros
estados sobre parte de su territorio.
Argentina cuenta con seis bases que tienen actividad
permanente en el Sector Antártico Argentino: Orcadas, Marambio, Carlini,
Esperanza, San Martín y Belgrano II; y además hay otras siete bases de
actividad temporaria que se denominan Brown, Matienzo, Primavera, Cámara,
Melchior, Petrel y Decepción.
Efectivos militares, técnicos civiles, buques, aviones y
helicópteros constituyen la cadena logística que sostiene las 13 bases y
permiten que cerca de 300 personas puedan desarrollar sus tareas científicas y
operativas a lo largo del invierno antártico.
El Comandante Conjunto Antártico, general de División Justo
Treviranus, afirmó que "para la Argentina es un verdadero lujo que
nuestros antepasados se hayan fijado en la Antártida tan temprano en la
historia y cuando casi nadie la tenía en cuenta".
En diálogo con Télam desde el Rompehielos Almirante Irízar,
que reabastecía la Base San Martín para luego continuar su ruta hacia las bases
Brown, Esperanza y Carlini, el general Treviranus destacó que esa permanencia
centenaria "nos permitió que hoy en día, cuando ella se transformó en una
región tan importante, estemos muy bien posicionados para reclamar soberanía e
integrarnos como miembros originarios y firmantes del Tratado Antártico a las
decisiones que los países tomen sobre ese territorio".
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