El organismo tendrá una oficina en el Banco Central que
controlará de cerca que el gobierno de Mauricio Macri cumpla el ajuste
acordado. El enviado de Christine Lagarde será Trevor Alleyne, un economista
jamaiquino de larga trayectoria en el Fondo.
La primera mención a la intención del Fondo Monetario
Internacional de reabrir su oficina en el país para controlar de cerca que el
gobierno de Mauricio Macri cumpla lo pactado con el organismo llegó de la mano
de Christine Lagarde. Era mediados de julio y la titular del FMI que había
venido al país para participar en la reunión del G20 aprovechó para reunirse
con el Presidente y funcionarios del área económica para hablar del salvataje a
la Argentina. A tres meses de aquella visita el desembarco del Fondo en estas
tierras es un hecho: hoy trascendió que su sede de monitoreo funcionará en el
mismo Banco Central y que a su cargo estará el jamaiquino Trevor Alleyne, quien
se desempeña en el organismo desde hace más de 25 años.
La renegociación del acuerdo con el FMI para ampliar en
auxilio a la Argentina obliga al gobierno de Cambiemos a cumplir con la meta
del “déficit cero”. No sólo los inversores dudan de la capacidad de la
administración macrista para llevar adelante el programa de austeridad exceden
a los inversores. Ya en el informe sobre Argentina que los técnicos del Fondo
remitieron al directorio del organismo en junio, antes de la firma del
stand-by, se planteaba que “existe una preocupación vinculada a la habilidad
del gobierno para construir el apoyo para las posibles medidas que necesitan
ser aprobadas por el Congreso”. Se señalaba también que “construir un consenso
social alrededor de los principales elementos del programa será crítico y desafiante,
en particular a la luz de la historia de los préstamos del FMI a la Argentina”.
La oficina en Buenos Aires le permitirá al FMI monitorear in
situ que Macri cumpla su parte del acuerdo. Según difundió Infobae, los
técnicos del Fondo se instalarán en un primer momento en el Banco Central, hoy
al mando de Guido Sandleris, el colaborador que el ministro de Hacienda,
Nicolás Dujonve, colocó allí tras la salida de Luis Caputo para alinear a la
entidad monetaria con lo que dicta el organismo que conduce Lagarde.
Al frente de la sede del FMI estará -de acuerdo a lo que
consignaron en Washington- Alleyne. Se trata de un economista jamaiquino de
larga trayectoria en el Fondo, cuyo arribo a la Argentina se concretaría el mes
próximo. Será resident representative y oficiará como primer enlace a su cargo
la articulación entre el FMI y el equipo económico.
Alleyne ha trabajado en varios de los países que integran el
FMI y desarrollado investigaciones vinculadas con temas de distintos países de
Latinoamérica. Su presencia en Buenos Aires no alterará la tarea de la misión
encargada del caso argentino, al mando de Roberto Cardarelli. Esa misión
mantendrá sus visitas trimestrales al país para controlar que la Argentina
cumpla lo acordado con el FMI.
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