El encuentro comenzó con la
participación de importantes referentes de la economía, la política y la
educación. La intención es generar una instancia de debate en el que se puedan
abordar distintas problemáticas centrales para la realidad del país y de
latinoamerica.
En su alocución, Navarro destacó
que el que se lleva a cabo en el campus es “un encuentro federal, con
representantes de todas las provincias. Elegimos Río Cuarto porque está en el
centro del país”, dijo y anunció que “la idea es reiterar este encuentro e
invitar a quienes hoy participan y a otros que se van a interiorizar por redes
sociales y la prensa a sumarse. Se busca hacerlo desde la pluralidad” y “la
mirada crítica”. Señaló su deseo de “que la historia se mueva en función de los
intereses de las mayorías populares” y planteó que a tal efecto es útil “la
síntesis” entre un ámbito como el universitario, “donde está el conocimiento,
la ciencia”, y “la sabiduría popular, la intuición”, a favor de “un salto de
calidad para debatir las cuestiones de mediano y largo plazo”.
El diputado Navarro alertó sobre
el traslado de la lógica del “minuto a minuto de rating televisivo a otros
ámbitos de nuestras vidas”, como consecuencia de lo cual “lo urgente prima
sobre lo importante”, de allí la necesidad de reflexionar con profundidad.
Al mirar en retrospectiva, el
legislador manifestó que “los noventa” dejaron una impronta individualista por
la cual “nos cuesta ser parte de un colectivo”, sobre todo cuando “las
andanadas de los medios de comunicación, que pintan con un color apocalíptico,
nos sacuden”. También criticó a los medios por cuanto, “describen lo que
sucede, pero omiten las causas”, como “cuando hablamos de asignaturas
pendientes de Argentina”, entre ellas “la pobreza”. Destacó que “hoy tenemos un
aliado: todos vamos a coincidir en que desde que Jorge Bergoglio es Francisco,
hay una voz en el mundo que habla de las causas de la pobreza. Cuando él habla
de inseguridad, violencia, corrupción, habla de las causas, habla de un
capitalismo salvaje, concentración económica, del desvalor que se tiene de
trabajo, solidaridad, familia”.
Resaltó Navarro que, “aun con
miradas críticas”, es “positivo el saldo” del “transito que se inició en 2003
con la llegada de Néstor Kirchner” a la presidencia de la Nación. Apreció
“la cantidad de nuevas universidades que se han creado y la cantidad de chicas
y chicos que son los primeros de sus familias en hacerlo está lo bueno” y la
contrastó con “los que no trabajan ni estudian”, una de las deudas sociales que
falta pagar.
En otro tramo de su presentación,
convocó a ”construir verdades comunes, colectivas, de aquellos que nos sentimos
parte de lo que es el movimiento nacional” y a “ir con un criterio más
riguroso, con la impronta del territorio. Y en esa síntesis, encontrar la
respuesta”.
Lamentó Navarro que “el Estado de
Bienestar ya no existe más en el mundo, por eso la renta financiera supera a la
renta productiva”. Asimismo, planteó que hacen falta cambios: “Solo el 8 por
ciento de nuestra población vive en el campo. Y hay que volver a poblar ese
interior que está vacío. Esto implica pensar un plan. En Brasil lo hicieron y
nosotros también lo podemos hacer”.
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El profesor Ruiz dijo que cabe
“apostar a la complejidad de los debates para poder pensar y actuar con una
perspectiva de descolonización. Estamos frente a un escenario mundial que
plantea retrocesos para las clases trabajadoras y al mismo tiempo resurgen las
esperanzas por construcciones emancipadoras populares frente a la barbarie del
capital monopolista”.
Consignó que es preciso tender a
“nuevas formas de la política” y que si se procura un cambio positivo, “una
primera tarea es profundamente cultural” y consiste en “hacer visible el
carácter alienante de la mundialización capitalista”. Otra es “desmontar el
mito del desarrollo lineal, que sostiene que sería posible pasar del
subdesarrollo al desarrollo”, así como “abandonar los términos países
desarrollados y subdesarrollados” para “hablar en cambio de países centrales y
países periféricos”. ¿Por qué el acento en las denominaciones? Dado que
“concebimos al lenguaje como un ámbito de disputa semántica y, por ende, de
disputa política”.
Ruiz llamó la atención sobre
aspectos de la historia que algunos naturalizan: “La tecnología no es neutral.
Toda tecnología es portadora de relaciones sociales”. Lo ejemplificó afirmando
que “los monopolios relacionados con la agricultura” contienen un paquete
tecnológico opuesto a la “agricultura soberanamente comunitaria”. Pensar para
una mejor calidad de vida fue una consigna adyacente: “No podemos ser ingenuos
porque en el mediano plazo esta opción puede dejar devastación y saqueos a la
madretierra”.
Consideró Ruiz que urge “analizar
en profundidad los procesos de desarrollo” y que “cualquier proyecto
auténticamente popular está en las antípodas de la perspectiva
neodesarrollista. Debemos construir organización de clase lo suficientemente
potente para construir hegemonía porque no hay construcción del Estado sin
hegemonía”. Añadió que “este movimiento popular que estamos construyendo debe
ser continental” y celebró “los debates, la pluralidad y la diversidad” pues
“todos nosotros estamos comprometidos en la tarea militante para construir
soberanía popular”.
DEPARTAMENTO DE PRENSA Y DIFUSIÓN
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