La crítica situación de los pequeños comerciantes como
Carlos, en Esteban Echeverría, se replica en todas partes del país. Aquí,
apenas dos ejemplos de la asfixia que provocan los tarifazos.
Cuando estaba en campaña para llegar a la Casa Rosada, el
ahora presidente Mauricio Macri visitó una panadería en Esteban Echeverría. El
objetivo era claro, hacer pie en un territorio que se había mostrado más que
esquivo para el macrismo hasta las elecciones de ese año cuando María Eugenia
Vidal dio un inesperado batacazo en las urnas.
En su recorrida de campaña, Macri dejó en aquella panadería
su ya consabida catarata de promesas destinadas a seducir a los electores.
Entre aquellas promesas estaba la de no aplicar tarifazos en los servicios
públicos.
Hoy, Carlos, dueño de esa misma panadería, tiene que hacer
frente a una factura de luz de 22.700 pesos. Ese monto no es producto de una
deuda impaga, es simplemente lo que Edesur le facturó por su consumo en el mes
de abril.
"Tuve que ir a pedir a Edesur un plan de pagos. Me lo
dieron el plan de pagos. Ahora tengo que pagar un adelanto de 9 mil pesos y el
resto en seis cuotas" aseguró Carlos en diálogo con C5N, pero advirtió:
"Ahora, esto es una solución para hoy ¿y el mes que viene?, porque ahora
las boletas vienen mensuales antes eran bimestrales. El mes que viene voy a
tener que pagar la nueva boleta más la primera cuota" del plan de pagos
que le dieron por el consumo de abril.
Carlos advirtió además sobre la disparada de los otros
costos que debe enfrentar que se conjugan con un escenario de caída en el
consumo lo que está generando una bomba de tiempo.
"Así como vamos voy a tener que bajar las
cortinas" advirtió el dueño de la panadería donde Macri hizo campaña
"El incremento de la materia prima es muy alto.
Aumentan los precios por las dudas cuando parece que va a subir el dólar
imagínese ahora que subió. Los molinos aumentan y aumentan más por las
dudas" siguió el dueño de la panadería.
Y advirtió: "Además las ventas ya no están como antes,
el que antes compraba un kilo hoy compra medio kilo y el que compraba medio
kilo ahora compra dos flautitas".
"Así como vamos voy a tener que bajar las
cortinas" concluyó.
Por una situación similar atraviesa Pamela Acuña, dueña de
un pequeño almacén en el Barrio Peruzzotti, en Pilar: recibió una factura de
luz de 32.500 pesos en los primeros días de mayo. "No lo puedo pagar, ya
me cortaron la luz unos días. No llegamos a cubrir los gastos con lo que
vendemos, imposible tener algo de ganancia", dijo.
Según contó a C5N, la situación, que ahora se volvió
asfixiante, comenzó en octubre de 2017 cuando la factura llegó a 12 mil pesos.
Los meses anteriores venía pagando un máximo de 5 mil pesos.
"Consulté en Edenor y me dijeron que me estaban
cobrando el medidor que cambiaron el año pasado", contó Pamela. En ese
momento, le ofrecieron que pagara en cuatro cuotas de 4.700 pesos.
"Al mes siguiente, me volvieron a venir boletas de más
de 12 mil y al otro 15 mil. Cada vez que iba a reclamar me decían que no me
preocupara, que pagara sólo la refinanciación", siguió.
En abril, una vez terminada la financiación, la factura fue
de más de 24 mil pesos por las supuestas deudas anteriores.
A la difícil situación se le suma la baja en las ventas.
Pamela aseguró que no cambió el consumo y que inclusive dejó hasta de prender
el aire acondicionado preocupada por las enormes cifras que tenía que pagar.
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