Sandra Russo (56) es una escritora, periodista y editora. Tiene
una extensa carrera como periodista y actualmente escribe para el diario Página
12. Participó del popular y controverisal programa 6,7,8, emitido en la TV
pública hasta que fue levantado de la programación por el nuevo gobierno de
Mauricio Macri. Algunos de sus libros más destacados son: Fuerza propia. La
Cámpora por dentro; La Presidenta. Historia de una vida; Jallalla: la Túpac
Amaru, utopía en construcción. Durante
el último mes también perdió su espacio en Radio Del Plata debido a cambios de
abruptos por parte de la emisora.
Considerando lo que pasó con 6,7,8, Radio Nacional, la
situación de Víctor Hugo, ¿cómo ves la libertad de expresión y el derecho a la
información con Macri en el gobierno?
— No existe la libertad de expresión. Hay una falacia que
tiene que ver con que los funcionarios de gobierno dicen que sí hay libertad de
expresión porque los despidos fueron en medios públicos. El caso de Víctor Hugo
fue en una empresa privada, con lo cual ellos dicen que no tienen nada que ver,
pero este gobierno tiene la pauta pública y la pauta privada también. Poca
gente puede negar que 6,7,8 sería un programa de un rating absolutamente
deseable por cualquier canal, pero sin embargo no está porque la pauta privada
también forma parte del gobierno. Tenemos un ministerio con cada trasnacional,
esa es la pauta privada, con lo cual, si Macri tiene pauta de la Ciudad de
Buenos Aires, de la provincia de Buenos Aires y pauta nacional, y las
trasnacionales también están en el gobierno es obvio que ellos van a dirigir
los contenidos periodísticos de todos los medios de la Argentina. No hay
libertad de expresión y hay listas negras.
—Muchos periodistas sostienen que hablar de listas negras o
censuras es una exageración por parte de ustedes.
—¿Por qué?
—Porque, según ellos, es faltarle el respeto a lo que
sucedió durante la dictadura, por ejemplo.
—Esto es una forma de dictadura. Faltarle el respeto a la
dictadura es decir que no se sabe cuántos desaparecidos hubo y eso lo hace el
gobierno. Lista negra me refiero a que nadie que pasó por 6,7,8 puede ser
contratado por ningún canal privado. Es evidente. Cada uno de nosotros está
trabajando en redes sociales, ejerciendo la comunicación desde lugares que no
tienen que ver con medios tradicionales y eso no sucede porque seamos menos
profesionales, porque estemos menos capacitados, porque nos falte trayectoria;
yo tengo cuarenta años de trayectoria. Es sencillamente por la manera en que
pensamos. Eso es persecución ideológica, naturalmente. Los que dicen que es una
exageración es porque ellos tienen trabajo. Es más, hay muchos casos de
periodistas que estuvieron trabajando en Canal 13 o en canales monopólicos que
ahora también van a pasar al staff de Radio Nacional. Pan con pan, comida de
sonso. Eso no es pluralismo. Cuando
nosotros estábamos en los medios públicos, era porque en los medios privados,
por nuestra manera de concebir el Estado, evidentemente no íbamos a estar.
Ahora que el Estado se privatizó, los únicos que tienen trabajo son los que
tienen esa manera liberal de pensar, no necesariamente neoliberal, pero sí
liberal. Nosotros no tenemos una manera liberal de pensar, con lo cual los
medios públicos y privados de la Argentina están cerrados a quien piense
distinto.
No existe la libertad de expresión. Hay una falacia que
tiene que ver con que los funcionarios de gobierno dicen que sí hay libertad de
expresión porque los despidos fueron en medios públicos(…) No hay libertad de
expresión y hay listas negras.
Nota Completa:http://www.laprimerapiedra.com.ar/2016/03/6193/
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