La Diputada Araceli Ferreyra también acompaño |
La embajada de Cuba en Argentina
abrió un libro de condolencias para que el pueblo de este país pueda acercarse
a rendir su tributo y expresar sus sentimientos tras la partida física del
comandante Fidel Castro.
Familias enteras, algunas de
otras provincias, y sobre todo muchos jóvenes dejaron en las rejas de la
embajada flores, imágenes, y notas.
Jóvenes del Movimiento Evita y Libres
del Sur realizaron en la tarde de hoy en las puertas de la Embajada cubana en
Buenos Aires un hermoso y emotivo homenaje al Comandante.
Normalmente, la embajada de Cuba en
Argentina funciona de 9 a 12, de lunes a viernes, en una hermosa casona antigua
de paredes blancas y rejas austeras negras del barrio porteño de Belgrano. Pero
la muerte de Fidel Castro alteró la rutina y la fachada del lugar: flores
coloridas y carteles de “gracias, comandante”, de “Hasta la victoria siempre” y
de “te vamos a extrañar” cubrieron las rejas que rodean al edificio que, desde
ayer y hasta el viernes, extenderá su horario de atención hasta las 18 para
recibir a todos aquellos y aquellas que quisieran acercarse a plasmar algo de
su tristeza en frondosos libros de condolencias. “Te abrazo desde estas páginas
como desde siempre te abracé con el pensamiento. Fuiste la esperanza de América
Latina, sos inspiración. Hasta siempre, Fidel”, dice uno de los cientos de
mensajes de despedida recolectados en ese pedacito de revolución cubana que
respira en la Ciudad de Buenos Aires.
Mientras calcula cuántas personas
restan por sumar sus condolencias por escrito antes de que se hagan las 18 de
ayer, Leinier Espinosa Nodarse, empleado de la embajada, asegura que es
“incalculable” las que ya pasaron desde la mañana. “Que vengan los que quieran
a expresar sus sentimientos. Este amor es lo que Fidel cultivó”, compara. Llegó
hace tres meses a Argentina desde La Habana, donde nació, y reconoce que en
estos días “se hace difícil estar lejos de casa”. No tuvo nunca la posibilidad
de conversar con Castro, pero sí lo ha visto en movilizaciones y “discursos
públicos y multitudinarios”. “Su principal virtud fue el optimismo. Siempre fue
un enorme optimista: desde que desembarcó con el Granma en Las Coloradas hasta
la crisis de Octubre y el período especial. Eso es lo que Fidel sembró y eso es
lo que el pueblo cubano cosecha: estamos preparados para superar lo que venga.
Fidel no ha muerto, tenemos su legado y con ese vamos a continuar en pie”,
opina mientras acompaña tras las rejas y con aplausos los cantos de “Olé, olé,
olé, Fideeeeel, Fideeeeeel” y “el pueblo cubano presente” que nacen de la fila
que espera para saludar lapicera en mano.
Los libros que acumulen
despedidas desde ayer y hasta el viernes serán trasladados luego a Santiago de
Cuba, a resguardo del embajador cubano en Argentina, Orestes Pérez Pérez.
Durante la tarde de ayer recibió a un grupo de dirigentes locales. Horacio
Pietragalla, exdiputado y actual secretario de Derechos Humanos de Santa Cruz,
fue uno de ellos. Tras la reunión, el nieto recuperado dejó su mensaje. “Cuando
era César –antes de recuperar su identidad– lo único que sabía de política era
lo que había pasado en Cuba. Mis libros solo hablaban de Fidel, del Che y de la
Revolución. Y este año se pone difícil, un poco más con la muerte de Fidel, que
es el padre de la patria grande latinoamericana”, opina, tras lamentar no poder
viajar a la isla en estos días.
María Florencia y Juan Manuel no
conocen Cuba “por ahora”, pero cuando dicen que Castro “es de los grandes” por
“marcar un sendero distinto” no solo circunscriben el análisis a las fronteras
de la isla de la revolución de finales de la década del 50, sino a “toda
América Latina”. Acudieron a la Embajada para “agradecerle” a Castro “por ser
uno de los primeros que mostró otro camino”, dice Juan Manuel, que habla de una
alternativa al capitalismo, pero también de la posibilidad de “creer que se
puede mejorar lo que ya existe y trabajar para eso”. “Yo quiero desearle un buen
viaje, un reencuentro con toda la gente que hizo mucho por los latinos y
también agradecerle porque nos demostró que aunque haya dificultades hay que
lucharla, estar firmes y no dar un paso atrás”, suma María Florencia.
Yoel vive en Argentina desde hace
tres años –se casó con Gema, argentina, y aquí nació la hija de ambos, que
lleva el mar Caribe en las motas morenas que le llueven sobre la frente y el
son cubano en la tez morena y los ojos café–, pero tiene a su mamá, a su hijo
mayor, a su “gente” allá, en Cuba, y asegura “con las lágrimas en los ojos y de
corazón” que “no hay nadie mejor que esa
persona”, señalando uno de los cuatro cuadros de Castro que cuelgan de una de
las paredes del hall central de la embajada. “Fue un líder inigualable. Gracias
a él tengo toda la cultura y todos los conocimientos para defenderme en el
mundo. Mi madre vivió con mi gobierno en Cuba. Fue enfermera 32 años, estuvo en
África luchando para salvar niños sin nada extra a cambio, de corazón, como
enseñaba nuestro comandante”, resume. Estuvo un rato largo revisando el libro
de condolencias antes de plasmar la suya. “Me costó el mensaje porque no tengo
palabras, de veras. Yo me fui de Cuba no porque odiara a mi país sino porque
quise conocer la tierra de mi mujer. Pero Fidel me dio lo mejor que un país
puede darle a su gente: educación y amor a su tierra. Fidel es más que un Dios,
es lo más grande”. Sin haber nacido allá, pero sintiéndolo “como de la
familia”, Jaqueline y José Luis lloran al dirigente cubano como Yoel. “Se fue
el familiar más querido, el que nos enseñó todo, el que esperábamos ansiosos a
que cuente sus historias o comparta sus reflexiones, nos quedamos un poco más
solos”.
“Vienen los amigos”
El embajador argentino en Cuba,
Ernesto Pfirter, confirmó que la canciller Susana Malcorra será quien
encabezará la representación argentina en el funeral de Fidel Castro y explicó
que la ausencia del presidente Mauricio Macri está justificada en que sólo participarán
los jefes de Estado que “tenían una relación de amistad con él”. El diplomático
agregó que “hay jefes de Estado que vienen, pero si vamos al caso, Fidel no era
más jefe de Estado. Vienen varios porque tenían relación de amistad con él e
integraban la alianza antiimperialista y tenían una relación personal más
importante con Fidel Castro”. Y mencionó como ejemplo la participación de los
presidentes de Ecuador y Venezuela, Rafael Correa y Nicolás Maduro. De todos
modos, el embajador destacó la presencia de la canciller Susana Malcorra, “la
persona que preside” la delegación argentina, y agregó: “Yo no voy a juzgar lo
que haga el gobierno argentino, lo que haga mi superior no me corresponde a mi
juzgarlo, la nuestra es una relación correcta y normal. Somos un importante
socio comercial de Cuba”.
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