CISPAL / Adital – Las 36 bases
militares de Estados Unidos instaladas en América Latina y el Caribe son una
amenaza para la paz, las democracias, la soberana e independencia de nuestras
patrias.
Si además, cuenta con embajadas,
con la Agencia de Seguridad Nacional con la CIA, DEA, USAID y el Comando Sur
como puntas de lanza para experimentar, usar y abusar de una serie de
estrategias y doctrinas para recuperar su dominio total en esta parte del continente
americano, se podrá deducir que sus objetivos de dominación pretenden en el
futuro inmediato, la explotación de los recursos naturales y de las reservas de
agua, oxígeno y biodiversidad que necesitará el imperio para lanzarse a la
dominación global.
Obama resultó un espejismo o un
fraude gigantesco para millares de seres humanos que en todo el mundo creyeron
que iba a ser el hombre que propiciaría cambios profundos en la administración
de Estados Unidos, y en sus relaciones con las demás naciones de la tierra.
Muchos creían que se avecinaba una era de paz fundamentada en el respeto a los
pueblos y naciones y sus derechos inalienables.
La Academia Sueca se apresuró en
otorgarle el Premio Nobel de la Paz, pero Barack Obama, pronto se convirtió en
el Señor de la Guerra a pesar de haber reconocido el descalabro en Irak y en
Afganistán que coadyuvan a consolidar la conciencia de la derrota en los
círculos militares, financieros y políticos de las derechas republicanas de Tea
Party y de las derechas liberaloides de los demócratas que claman por la
recomposición del imperio.
CISPAL decía: “Con la pretensión de
satisfacer a unos y otros, Obama ha desarrollado su propia visión del sistema
internacional que ya no domina como antes, al tiempo que ha diseñado su
política exterior junto a una doctrina para el uso de la fuerza militar por
parte de Estados Unidos bajo la teoría de la “guerra limitada y light
footprint o pista ligera para América Latina
y el Caribe que ya fue probada con fracasos y éxitos en
Medio Oriente y África, se decía en un documento elaborado por el Tribunal
Dignidad, Soberanía, Paz contra la Guerra.
Agregaba que con esa nueva
estrategia, el Ministerio de la Guerra de Estados Unidos comúnmente conocido
como Pentágono, pretende involucrar directamente a las fuerzas armadas y
policiales de cada país o nación-Estado, para que hagan el trabajo sucio en
materia de represión de los movimientos sociales y populares con la
consiguiente violación de los derechos humanos y libertades públicas, todo en
defensa de los intereses económicos o políticos de la Casa Blanca. Se supone
que con el uso de esa estrategia, Washington podrá reducir los gastos
financieros que serían muy elevados si los intervencionismos guerreristas son
directos con el uso de la fuerza militar.
Para que “pista ligera funcione,
el Pentágono, el South Command, la CIA, la DEA y la totalidad
de las agencias de la NSA, por sus siglas en inglés, deberán penetrar
profundamente en las fuerzas armadas y policiales de cada nación a las que
entregarán armas y equipos nada sofisticados o en desuso para que, contentos
con los nuevos juguetes bélicos, los usen en contra de sus propios pueblos.
Además, se incrementarán las ofertas de becas, cursos, seminarios, visitas
pagadas para oficiales y tropas. En otras palabras, pista ligera es la
reedición de la Escuela de Las Américas en cada país. Recuérdese que en esa
Escuela de las Américas “formaron a los
dictadores, torturadores, a los expertos en desaparición forzada
de personas y en ejecuciones extrajudiciales.
Ver mas http://www.contrainjerencia.com/?p=80506
No hay comentarios:
Publicar un comentario