Nora Veiras y Luciano Galende dialogaron con Miguel Llao,
dueño de un comercio de informática que había remarcado sus precios a un dólar
más alto que el oficial ante la presión de sus proveedores que le aconsejaban
que incluso cerrara y guardara sus productos.
Un comerciante salteño decidió devolverle a sus clientes el
dinero que les había cobrado de más, luego de haber remarcado sus precios a un
dólar más alto que el oficial ante la presión de sus proveedores que le
aconsejaban incluso que "cerrara y guardara sus productos".
"Aumenté los precios por razones de supervivencia de mi
negocio, que es de lo que vivimos nosotros y los empleados. Los proveedores de
Buenos Aires me llamaban y me decían que cerremos, que guardemos los equipos,
que el dólar subiría a $9,50. Pero no cerré, porque tampoco lo hice durante los
saqueos de hace un mes".
El relato de Miguel Llao, dueño de un comercio dedicado a la
informática, pone de manifiesto el "estado de paranoia general" en el
que quedan envueltos algunos comerciantes, presionados por sus
propios proveedores, que remarcan precios afectando
directamente al resto de la cadena de valor.
cosas y venderlas, compran billetes porque es más cómodo que
distribuir, manufacturar y dar valor agregado. A mí no se me ocurriría hacer
todo en dólares y sentarme en el café a esperar".
Sus clientes recibieron su llamado con "incredulidad,
porque creían que era una broma, una promoción o un sorteo, y no entendían.
Pero yo les dije que no estaba devolviendo plata, sino confianza, la que ellos
mismos me brindaron antes. Algunos vinieron rápido, pero muchos dijeron que lo
dejara ahí, que cuando necesitaban algo regresarían".
"Hubo dos amigos clientes que dijeron que teníamos que
hacer una campaña o una donación. Así que debo ver las implicancias
burocráticas de hacer algo así, que sería lindo, porque es como que se genera una oleada de transparencia y solidaridad, a
partir de un error involuntario", concluyó.
Jueves, 06 de Febrero de 2014 18:47
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