7 de noviembre Día
del Canillita
El día del canillita comenzó a
festejarse el 7 de noviembre de 1947, en conmemoración a la fecha de muerte de
Florencio Sánchez. Este dramaturgo uruguayo dio origen a esta denominación en
su obra "Canillita". En ese libro designa así a un chico de piernitas
flacas que vendía diarios.
Hasta hace algún tiempo, no se editaban ni se
vendían diarios ni revistas en este día. Actualmente, si bien la fecha se sigue
celebrando, las publicaciones se venden como cualquier otro día.
La primera vez que se escuchó el
grito de un vendedor de diarios fue en 1867 cuando anunciaba: “¡La República! ¡La República!”. Éste era el
nombre de un diario de la época que ideó aquella forma de venta directa. Debido
a su éxito, esta costumbre fue adoptada por otros diarios, creándose así una
nueva fuente de trabajo.
Florencio Sánchez (1875-1910)
Autor: Alejandro Jasinski
Vivió poco tiempo, pero podrían
escribirse centenares de páginas con su trayectoria ¿Quién fue Florencio
Sánchez? Un genial escritor de obras de teatro, periodista, nacionalista
anti-liberal, luego liberal anticlerical y, posteriormente, militante
anarquista, que dejó una huella apreciable en la historia de la literatura
latinoamericana.
Nacido en Montevideo, en 1875,
criado entre once hermanos en el seno de una familia filiada al conservador
Partido Blanco uruguayo, a sus quince años acompañó a su tío como escribiente
de la Junta Económica
Administrativa de la ciudad de Minas y se inició muy pronto en el periodismo,
desde donde advirtió que no lo esperaba una vida aburrida.
A los 17 años, viajó a La Plata y comenzó a
incursionar en ambientes literarios. De regreso a Montevideo, comenzó su militancia
anarquista y literaria. En el Centro internacional de Estudios Sociales de la
capital uruguaya, presentó sus primeras obras de teatro y posteriormente, de
nuevo en Buenos Aires, conoció a Alberto Ghiraldo, a José Ingenieros y al
reconocido anarquista Pietro Gori.
Pronto se involucró en el mundo
obrero, conoció nuevas realidades y participó en luchas que produjeron sus
primeras detenciones policiales. Pero también descubrió el amor, que le traerá
importantes contradicciones. En Buenos Aires, conoció a Catita e iniciaron una
relación a la que se opusieron los padres de su enamorada. Entonces, prometió
conseguir trabajo estable y contraer matrimonio. Para ello, se establecieron en
Rosario. Pero allí, siendo secretario de redacción del periódico La República, se topó con
la más grande huelga habida por entonces en Santa Fe, la huelga general de
1901. No sólo utilizó las páginas del diario para condenar la represión
policial, sino que sumó a sus redactores a la huelga.
Su vuelta a la vida poco estable
rindió sus frutos. Al poco tiempo, colaboraba con el reconocido periódico
anarquista La Protesta,
mientras componía las obras que le valieron gran reconocimiento popular. Así
nació M´hijo el Dotor, de la cual José Ingenieros comentó: “...pocos, muy pocos
descubrieron lo esencial de M´hijo el Dotor, lo más digno de señalarse: el
conflicto entre la ética vieja, crepuscular, y la ética nueva, apenas diseñada
en la aurora de ideales altamente revolucionarios”.
Sin embargo, mientras comenzaba a
ser aclamado por el público y los críticos del mundo literario, Sánchez
advertía la aparición de una seria afección corporal. Fue enviado por el
gobierno uruguayo como representante cultural a Italia, donde murió 7 de
noviembre de 1910, a
los 35 años. Para esa época, su popularidad era muy grande, pero el
reconocimiento de sus obras literarias corrió una suerte inversa al
reconocimiento de su militancia anarquista.
Fuente: www.elhistoriador.com.ar
Publicado:Ramon A. Bohle- Edid A. Medina
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